Ericka Lucía Castro Palacios es una joven maestra en la comunidad El Naranjo, ubicada a 15 minutos del municipio de Jinotega. Todos los días madruga para poder estar lista en el centro y recibir a cada uno de los estudiantes.

Ella cuenta que su mayor motivación para ser docente es el amor que siente por la niñez y sus deseos de poder enseñar, «la docencia hay que vivirla y disfrutarla, es un don».

La profesora, piensa que el mayor reto de un docente en el aula de clases es dar atención a los niños y niñas con dificultades de aprendizaje, a la vez que  lograr el involucramiento efectivo de madres y padres de familia en la educación de sus hijos e hijas.