Nicaragua,  24 de enero de 2020.- Con motivo del Día Internacional de la Educación Educo recuerda que, cada año, millones de niños y niñas tienen que dejar la escuela por culpa de la violencia. En América Latina las principales causas son la presencia de grupos delictivos, miembros de pandillas y el acoso escolar que crean una sensación de inseguridad.

En Centroamérica la violencia estructural, social y política de los últimos años ha provocado que miles de familias dejen sus hogares y migren hacia el extranjero o se desplacen internamente interrumpiendo con la rutina de estudio para muchos niños, niñas y adolescentes. En el estudio “Señales de una crisis” elaborado por Educo, Cristosal, Plan y Save the Children desarrollado en los países que conforman el Triángulo Norte de Centroamérica (Guatemala, El Salvador y Honduras) indica que en la actualidad uno de los detonantes principales del desplazamiento o migración se encuentra: los índices de violencia en estos países, que puntuaron altas tasas violencia.

Una muestra es la tasa promedio de homicidios para los tres países: de 40 personas asesinadas por cada cien mil habitantes. Las amenazas constituyeron la razón principal, es decir, un 49% de las víctimas registradas, mientras que otras causas identificadas fueron la extorsión, el narcotráfico y el acoso de adolescentes y jóvenes.

En mayo de 2019 el Centro de Vigilancia de los Desplazados Internos del Consejo Noruego para Refugiados expuso al Triángulo Norte de Centroamérica como un foco de violencia, donde se han desplazado internamente un total de 246,950 (246,000 personas en El Salvador, Honduras un total de 950, una cifra estimada como conservadora por la ausencia de datos en Guatemala).

La violencia se perfila como uno de los desafíos centrales para el Estado, el sistema educativo, las comunidades y las familias. En ese contexto, niñas, niños y adolescentes se han visto obligadas a aislarse (en sus hogares y comunidades), alterar su ritmo escolar ocasionando: ausentismo, deserción, repitencia, sobreedad y movilización escolar.

Tal y como explica experto global en bienestar de Educo, Reinaldo Plasencia “aunque es difícil tener datos exactos debido al contexto en el que se producen las situaciones de violencia, sabemos que es una realidad que afecta a miles de niños y niñas. Están expuestos a muchos tipos de violencia, con múltiples causas, como guerras, crisis políticas, conflictos entre pandillas, tráfico de drogas o la trata de personas, entre otros. Cuando la situación se vuelve insostenible, huyen con sus familias a lugares más seguros, lo que implica que dejan de ir a la escuela”.

Según la ONG, el hecho de no ir a la escuela aumenta el riesgo de que puedan sufrir más violencia. En este sentido, Plasencia explica que “es habitual que, antes situaciones de crisis humanitarias, el derecho a la educación se considere como un derecho secundario, ya que no es de vida o muerte. Sin embargo, que niñas y niños no asistan a una escuela segura tiene muchos riesgos muy graves, y pueden convertirse en víctimas de diversos tipos de violencia, como los secuestros, los abusos sexuales, la trata de personas, etc. Además, diversos estudios nos muestran que ellos mismos consideran que la educación es una prioridad en sus vidas incluso en tales situaciones de urgencia. Hay que tener en cuenta que la falta de oportunidades educativas hace más difícil que puedan salir del círculo de pobreza e inestabilidad en el que viven”.

La violencia también es otra razón para que cada año miles de niños, niñas y jóvenes emigren irregularmente en busca de un futuro mejor fuera de sus fronteras, dejando a sus familias y su escuela. Lo hacen sin ser conscientes de los riesgos que supone la migración irregular, ya que fácilmente pueden sufrir cualquier tipo de violencia física y psicológica, como abusos sexuales, trata, trabajo infantil, entre otros.

Educo lleva a cabo proyectos en Nicaragua y El Salvador previniendo que niños, niñas y jóvenes salgan de sus países irregularmente para ir a México y Estados Unidos, entre otros. La ONG trabaja para concienciar de los riesgos que supone emigrar irregularmente. En Nicaragua en la zona norte del país se ha trabajado el desarrollo de habilidades para que los jóvenes puedan emprender negocios y de esa forma generen ingresos para aportar en sus hogares y puedan seguirse formando profesionalmente.

En América del Sur, en Bolivia con financiamiento de la Cooperación Española, se realizan acciones de atención y reintegración de víctimas de trata, ya sea para que retornen a sus entornos familiares y escolares o que se capaciten para desarrollar emprendimientos económicos. Además, se llevan a cabo distintos programas para prevenir la violencia en las escuelas y las comunidades.

Sobre Educo:

Educo es una ONG de cooperación global para el desarrollo, centrada en la educación y la protección de la infancia, que actúa en 13 países mediante proyectos en los que participan de 400.000 niños y niñas y más de 200.000 personas adultas.